Localizado en la parte noroccidental de la Comunidad, entre páramos y terrenos ondulados dominados por cultivos extensivos, encontramos el municipio de Aldeasoña.
En el diccionario de Pascual Madoz podemos leer “en paraje pantanoso, pedregoso y entre cuestas que por todas partes le rodean, lo que hace su clima poco sano, padeciéndose tercianos, pulmonías nerviosas y muchos constipados que ocasionan dolores de costado”.
Es uno de los pueblos de toda la provincia de Segovia con menor altitud ( 836 m.s.n.m). Destaca la cantidad de fuentes que hay a lo largo y ancho de todo su territorio: fuente de la Noria, del Piojo, de la Suma, del Moral… (ver espacios naturales).
De la fuente situada en el centro del pueblo, antiguamente se surtía los habitantes (a pesar de que había corrientes de agua por casi todas las calles), además servía para hacer funcionar un batán. También había aquí una fragua y un molino. Como era una zona muy encharcadiza, el pueblo se asentó en los firmes rocosos, para evitar, en la medida de lo posible, la humedad. También abundan en las laderas, las bodegas escavadas en la roca.
El principal cauce fluvial es el arroyo de la Hoz, que antiguamente movía el molino de Valdildo, entre Aldeasoña y Laguna de Contreras. Aguas arriba, podemos iniciar la ruta del valle de la Hoz, que nos conducirá hasta Membibre de la Hoz. (ver rutas por la Comunidad).
Otro paseo muy apreciado por los lugareños es el que discurre por la ribera del arroyo de Fuente Endrino. Por aquí iremos entre chopos, sauces, zarzamoras y escaramujos hasta llegar al manantial del mismo nombre.
Entre sus edificios destaca la iglesia parroquial de Santa María Magdalena, de estilo románico y la Casona del Mayorazgo, edificio recientemente rehabilitado que cuenta con un lagar y bodegas, donde ya se elaboraba vino en el siglo XVIII. (ver monumentos).
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