Es uno de los pueblos que hace de límite de la Comunidad por el Sur-este.
Se sitúa junto al río Duratón. Antaño debieron ser abundantes las huertas a lo largo de toda la ribera, pero hoy casi solo aparece un monocultivo, las plantaciones de chopo.
Cerca del río, se levanta la iglesia de San Julián Mártir, de estilo románico, en la que destaca la soberbia portada, la decoración del altar y la pila bautismal (ver monumentos).
Al otro lado del río, adentrándonos en el mar de pinares, encontramos la fuente de las Mozas, manantial de aguas cálidas que sirve para abastecer al municipio.
Coronando un pequeño cerro, cerca de las bodegas, están las ruinas de la ermita de San Benito, así como la fuente homónima, hoy bastante descuidada (ver espacios naturales).
Más al norte, las pendientes alomadas de pedregosa caliza se cubren de matorrales de espliegar, mientras que los valles más abruptos se pueblan de sabinas y enebros rastreros de bajo porte.
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