El viernes, los mozos del pueblo van al Roblecillo, donde cargan un remolque con ramas y hojarasca de roble. Por la tarde, hacen una gran pila en el patio de la Iglesia del Arrabal y a eso de las siete de la tarde, encienden una hoguera, formándose una gran llamarada que sobresale por el tejado de la iglesia.

Durante todo este proceso la gente está alrededor del fuego y cuando ya se han hecho las ascuas, cada grupo de vecinos coge parte de ellas y se retira (dentro del recinto de la iglesia) a asar las chuletas que previamente ha comprado en alguno de los establecimientos de la zona. (Fuentesaúco, Torrecilla del Pinar, Sacramenia...). Todo esto será amenizado con la música de nuestros queridos dulzaineros.

Una vez que tenemos la tripa llena de chuletas y un buen vino de la zona
(recomendamos en este caso los de Valtiendas por haber sido nombrados recientemente vinos de calidad) la fiesta sigue en los bares del pueblo.

¡¡¡Animamos a a todo el que quiera a disfrutar de este día de fiesta en la villa de Fuentidueña!!!