Iglesia de dos naves, con cabecera plana sobre la que se levanta la torre. Iniciada en el Románico, como se observa en el ventanal de la cabecera y los canecillos de la portada, fue modificada en el Renacimiento. De esta época son la portada y la parte superior de la torre.
En el interior podemos observar, entre otros, el soberbio retablo mayor de estilo barroco de San Pedro en Cátedra; y el retablo de Cristo crucificado, de original traza, también barroco.
Entre las imágenes, sobresalen por su antigüedad un Cristo crucificado y una Virgen con el Niño, de estilo gótico.
|