Se compone de dos naves, con cabecera románica cubierta por bóveda de cañón y arcos ligeramente apuntados. También conserva en estilo románico la pila bautismal y la portada. Destacan el retablo mayor, barroco; y la imagen de Cristo Crucificado, de estilo gótico.
En el exterior, en un lateral de la cabecera, se encuentra un relicario compuesto por cráneos de niños pequeños que rodean una ventana, ahora semicerrada.
En el suelo, alrededor del ábside, se encuentran tumbas excavadas en la roca, actualmente tapadas.
En la fachada sur se ve un reloj solar deteriorado por el paso del tiempo.
Cuentan los mayores del pueblo que debajo del campanario hay un osario, y que esta iglesia estuvo habitada por monjes o frailes.
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