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| historia de la comunidad de villa y tierra |
Las Comunidades de Villa y Tierra son una peculiar institución política castellana, que entre los siglos XI y XII organiza, en cuarenta y dos comunidades, la repoblación cristiana de las tierras al sur del Duero en lo que se llamó la Extremadura Castellana, rebasando el sistema Central hasta los ríos Tajo y Guadiana.
Cada Comunidad se organiza alrededor de un núcleo cabecera, amparado por su castillo y sus murallas. La villa cabecera es mercado, foro, sede de la jurisdicción, plaza fuerte común y santuario.
Por aquellos entonces los concejos comuneros eran libres, independientes de todo señorío, creaban su derecho (fueros), regulaban sus ordenanzas, administraban justicia, levantaban pueblos, colonizaban en su propio nombre y derecho la tierra, e incluso hacían la guerra bajo su bandera y con sus milicias concejiles.
Cada Comunidad tenía entonces, entidad y personalidad propias: territorio, fuero, jurisdicción, autogobierno, propiedad de su alfoz. A todos los efectos, un vecino era y se sentía hombre de su Comunidad: “hombre de Fuentidueña”, o de Sepúlveda, o de Pedraza, o de Maderuelo, o de Cuéllar.
Del concejo se ascendía directamente al rey, única instancia superior de poder, quien bajo juramento previo se obligaba a respetar los fueros, usos, costumbres y libertades del concejo comunero.
El concejo comunero adjudicaba solares y tierras -heredamientos- a los pobladores para construir casa, levantar poblaciones, roturar yermos. Así se fueron asentando poblados, barrios y aldeas.
Las grandes propiedades comunes –bosques, montes, dehesas, praderas, aguas, minas- permanecen indivisas y serán aprovechadas colectivamente por todos los vecinos de la Comunidad.
Así pues, la comunidad de villa y tierra se configura como un estado de derecho, una república autónoma que se gobierna democráticamente, dónde los oficios de justicia y gobierno, el juez y los alcaldes, se nombran por elección popular.
Este esquema originario fue progresivamente desmontado, a partir de la segunda mitad del siglo XIII, por el régimen señorial. Los reyes, por actos de soberanía, vienen a derogar el sistema concejil y hacen entrega al señor de todo cuanto pertenecía a la Comunidad, esto es el dominio del alfoz, la jurisdicción civil y criminal, el gobierno, la administración, la fiscalidad, en suma todos lo poderes y competencias públicas, con el vasallaje de la población.
Los pueblos resistieron, como pudieron, durante siglos, a través de conflictos interminables, litigios e incluso acciones violentas.
Las comunidades de villa y tierra subsistieron hasta nuestros días, si bien carentes de significación jurídico-político y limitadas a la gestión y administración del poco patrimonio que las habían dejado.
NUESTRA COMUNIDAD
En la parte nororiental de la provincia de Segovia, se extiende la Comunidad de Villa y Tierra de Fuentidueña, que cuenta con 21 pueblos y una extensión de 458 km2.
De los 21 pueblos que forman esta Comunidad, hay 16 municipios, 4 barrios y 1 entidad local menor. Dichos pueblos son: Aldeasoña, Calabazas, Castro de Fuentidueña, Cobos de Fuentidueña, Cozuelos de Fuentidueña, Fuente el Olmo de Fuentidueña, Fuentepiñel, Fuentesaúco de Fuentidueña, Fuentesoto, Fuentidueña, Membibre de la Hoz, Pecharromán (barrio de Valtiendas), Sacramenia, San Miguel de Bernuy, Tejares (barrio de Fuentesoto), Torreadrada, Torrecilla del Pinar, Los Valles de Fuentidueña (barrio de Fuente el Olmo de Fuentidueña), Valtiendas, Vegafría (barrio de Olombrada) y el Vivar de Fuentidueña (E.L.M de Laguna de Contreras).
Tiene una población de 2525 habitantes (según el Padrón Municipal de 2010) con una pirámide poblacional invertida (en torno al 50% de la población tiene 60 años o más), reflejo del grave problema existente en la España rural deprimida.
HACIA DÓNDE VAMOS
No hay mejor forma de agradecer a nuestros antepasados su esfuerzo, que amar aquello que nos dejaron, poner nuestro esfuerzo en preservarlo y asumir que el destino de nuestros pueblos también depende de nosotros.
Por eso los 21 pueblos que componen esta Comunidad decidieron ya hace tiempo, invertir los beneficios que sus propiedades comunales les reportan, en dar servicios que mejoren la calidad de vida de sus habitantes y hagan más fácil la gestión municipal, asumiendo así la Comunidad, por ejemplo, la recogida de residuos sólidos urbanos y poniendo a disposición de los ayuntamientos la maquinaria, a cargo de dos conductores, para la realización de diversos trabajos.
Pero además, en el año 2005 dan un paso más y crean una agencia de desarrollo local desde la que se impulsan proyectos que quieren mejorar el espacio económico y social de su territorio. Y puesto que el desarrollo no es tal, si no es sostenible, la complementan con una agente medioambiental.
Así, y con la ayuda de financiación de diversos organismos públicos, ha sido posible llevar a cabo diferentes proyectos turísticos, de formación, de documentación, etc. Uno de los frutos es esta página web, que pretende ser un portal de nuestra Comunidad ante el mundo y una herramienta de utilidades para nuestra gente.
Y como no se nos agotan las ganas y la alegría de vivir aquí, seguimos gestando proyectos que hagan esta tarea más fácil.
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