Este paseo de poco más de un kilómetro, entre las fuentes que abastecen al arroyo de las Pozas, muestra la importancia del agua en la ubicación de los pueblos.
Se inicia en el parque del pueblo, donde está el depósito del agua y se va pasando por: la fuente de abajo; el lavadero, con una pila de aclarado y otra de lavado; la fuente de las piojas; la fuente y lavadero de Balbís, de una sola pila y la fuente de la Barbecha.
Manantiales y lavaderos, motivo antaño del trasiego de las gentes, permanecen hoy vacíos.